No estoy publicando en el blog los micros que voy presentando en REC, tal vez no me estén dejando satisfecho, o tal vez crea que alguno merece una segunda oportunidad. No lo sé. Pero este caso es especial, la frase de Eva García me parece de lejos la más inspiradora de toda esta temporada. Creo que no he estado a la altura, pero estos dos micros me parecen por lo menos publicables. No dejéis de leer el micro de Eva, ni de visitar su excelente blog Gotas de luz pálida.
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Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada huelen a rancio. Por las ventanas sin cortinas penetran los rayos del sol quebrando la penumbra, sacudiendo el polvo que flota en el ambiente, los átomos de piel muerta, los restos microscópicos de los insectos; un haz de muerte que da color a las paredes. Al caer la noche la luz de las farolas desentierra primero los susurros, después los gritos, más tarde los golpes y los llantos, la sangre incrustada en el parqué. Los vecinos, como antes, no pueden dormir, pero ahora sí, aterrados, descuelgan el teléfono.
Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada huelen a rancio. Por las ventanas sin cortinas penetran los rayos del sol quebrando la penumbra, sacudiendo el polvo que flota en el ambiente, los átomos de piel muerta, los restos microscópicos de los insectos; un haz de muerte que da color a las paredes. Al caer la noche la luz de las farolas desentierra primero los susurros, después los gritos, más tarde los golpes y los llantos, la sangre incrustada en el parqué. Los vecinos, como antes, no pueden dormir, pero ahora sí, aterrados, descuelgan el teléfono.
Jan Saudek. Zuzanka's Night Window |
Cazando moscas
Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada cuentan secretos de alcoba. Las arañas atienden a los cuchicheos mientras tejen sus redes de caza. Una nube de moscas revolotea de habitación en habitación, más pendiente de su zumbido grupal y de su propio celo, que de dimes y diretes. El polvo conquista poco a poco los pomos de las puertas, los marcos de ventana; amortigua el eco lejano de los besos, el rumor de las caricias, el apetito carnal de los amantes. Alguna mosca ensimismada pierde el rumbo y, atrapada en una trampa pegajosa, escucha por fin el runrún de las paredes.
Me encanta cómo escribes lagarto. No sabría con cuál de las dos joyitas que has logrado, con la frase inicial que a la propia autora no le inspira nada jajaja, quedarme. Muchas gracias por todo. Besos de Salamandra
ResponderEliminarLa frase es una joya, y tiene a además a favor comparada con otras de micros ganadores, que es una frase de inicio, no de final. La mayoría son frases de remate, a las que cuesta mucho, por lo menos a mí, sacarles jugo. Muchas gracias Sala, por la visita y por el piropo. Besossss!!
EliminarMuy buenos los dos, Juancho. Como dice Salamandra, es un placer leer relatos tan sonoros y bien construidos como los tuyos.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias Alfonso, por la visita y por los seguramente inmerecidos piropos...
EliminarUn fuerte abrazo!!!
Puestos a elegir me quedo con el primero, es muy bueno. Felicidades y un saludo
ResponderEliminarPues a mí casi me gusta más el segundo... aunque yo ya no podría desprenderme de ninguno... ;) Muchísimas gracias Luisa!!!
EliminarUn beso grande!!
Muy buenos y distintos, Juancho
ResponderEliminarUn abrazo
Enhorabuena Ángel, no es nada fácil llegar a una final semanal entre tantos micros, aunque seguro que no es la última. Yo también seguiré intentándolo. Muchas gracias por la visita!!!
EliminarAbrzsss!!