lunes, 21 de abril de 2014

XIII Microjustas Literarias. Ronda 1




Tras los desafíos llegan las Rondas. Dieciséis propuestas sobre las que los justeros se van posicionando. Esta vez solo puede quedar uno por cada reto, el combate es a vida o muerte. Para esta Ronda los jueces propusieron una serie de supersticiones que tenían diversos escritores famosos.
Clyde Barrow se las tuvo que ver con la siempre peligrosa Caronte y cayó con un gran micro. Dos buenos micros de los que solo podía quedar uno.
Bonnie apuró bastante y colgó su micro cuando ya no quedaban demasiados rivales, no lo encontró al final, Sheng Li, el último justero, no apareció y Bonnie consiguió pasar esta ronda gracias a su incomparecencia (se me ha olvidado preguntar a Clyde si sabe algo del asunto). Se produjo así una memorable traición a la historia. Clyde Barrow y Bonnie Parker deberían haber muerto en la misma emboscada.



Superstición: Postes de madera

Samuel Johnston tenía la manía de entrar en cualquier recinto con el pie derecho. Creía que si lo hacía con el izquierdo atraería la desgracia. También, según su biógrafo, Johnston tenía obsesión por tocar los postes de madera y por no pisar las grietas del pavimento.
¡Justeros! Los grandes de la literatura tenían sus pequeñas supersticiones. Manías sin las que no se veían capaces de crear las grandes obras que nos regalaron. Vosotros no vais a ser menos que estas figuras literarias, así que queremos que escribáis un micro que refleje una superstición con el tema propuesto.
En este caso: "Postes de madera". Por supuesto, queremos algo distinto al ejemplo dado.


Imagen de Caronte Caronte

Material combustible

Trece postes separaban su casa del pajar. De camino, iba "tocando madera" para que papá no encontrara el escondite donde los chicos la hacían disfrutar. Cuando cambiaron el recorrido del tendido eléctrico tuvo que buscar otro sitio. Entonces, reparó en la valla que conducía a casa del maestro.

Imagen de Clyde Barrow Clyde Barrow

Mentiras

La noche antes de cada atraco siempre follábamos bajo algún poste de la luz. Marcaba a navaja tus orgasmos: una, dos, tres muescas. Si había menos de tres no hacíamos el trabajo. Bajo tierra y lejos de tu cuerpo acribillado, todavía me pregunto por qué fingiste el último.


Superstición: Calzoncillos

John Cheever relata que su oficio de cuentista se trasladaba a la cocina de su casa, donde escribía en calzoncillos.
¡Justeros! Los grandes de la literatura tenían sus pequeñas supersticiones. Manías sin las que no se veían capaces de crear las grandes obras que nos regalaron. Vosotros no vais a ser menos que estas figuras literarias, así que queremos que escribáis un micro que refleje una superstición con el tema propuesto.
En este caso: "Calzoncillos". Por supuesto, queremos algo distinto al ejemplo dado.

Imagen de Bonnie Parker Bonnie Parker

Intimidades

23 de mayo de 1934

Otra vez, al llegar la aurora, Clyde me colma de placer. Hoy sin embargo tengo un mal presentimiento y, a escondidas, me enfundo sus calzoncillos bajo la falda. Y así, sintiéndole tan cerca, tan ceñido a mí, sé que nada malo puede pasarnos.


4 comentarios:

  1. Qué bien lo cuentas... a mí se me había olvidado ya esta ronda :D No sé por qué, será que se olvida el momento de la muerte.
    Gracias!!!
    Besos y abrazos desde ultratumba.

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    1. Pues quedan más Rondas en las que, de una u otra manera, Clyde sigue estando presente.
      Gracias a ti por tu ayuda.
      Besos desde el otro lado.

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  2. Vaya duelo de alta tensión y palpitaciones. Toda una guerra intelectual con micros de alto nivel. Curiosos esos calzoncillos-amuleto, también las muescas de navaja.
    Un abrazo

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    1. Muescas, esa era la palabra que quería utilizar, pero escribí palitos y en las microjustas no se puede editar. Así que así se queda. Gracias, por la parte que me toca.
      Clyde

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