miércoles, 30 de abril de 2014

Títulos Universales para celebrar el día del libro. El Gato Negro.


JAMS a pesar de tenernos acostumbrados, volvió a sorprendernos con una de sus vueltas de tuerca. Para celebrar el día del libro nos propuso, solo a los veinticinco primeros autores que llegaran, dar la vuelta a algunos de los títulos más célebres de la literatura universal, así, respetando el título, había que construir una historia que no tuviera nada que ver con la original. A mí me tocaron en suerte "El gato negro" y "El guardián entre el centeno". Por motivos para mí evidentes elegí "El gato negro" porque soy, desde mi más tierna adolescencia, adorador de Poe, queda confesado, y porque de "El guardián entre el centeno", y juro que lo he intentado en más de cuatro ocasiones, solo me gusta el título, queda dicho.
Más tarde se celebraría una votación popular de la que saldría la clasificación definitiva. Resultaron ganadores Tíndaro del Val y Paloma Casado y aquí podréis consultar la lista entera.
También podréis disfrutar en este enlace de la lectura de todos los micros que participaron en el evento.
La Ilustración elegida por Jams la podéis disfrutar más abajo, su autora Mercedes Marín.

PicsArt_1397496319060
Ilustración de Mercedes Marín

El Gato Negro


Tras agarrar el picaporte me volví a mirar al coche con la sensación de que olvidaba algo. Llovía. El reflejo del neón resbalaba por la chapa. Filigranas de rosa y verde sobre un blanco de polvo moribundo. Maldita memoria. Entré. Una luz roja que mal iluminaba la barra, la voz rota de Sting implorando a Roxanne y un fuerte olor a alcohol mezclado con desinfectante barato, fueron el comité de bienvenida. Me quité la gabardina y la dejé en el guardarropa atendido por una gatita que, con mucha suerte, habría celebrado ayer su fiesta de mayoría de edad. A pesar de mi peste a poli, nadie se alarmó. Los de la barra continuaron bebiendo su whisky de garrafón animados por felinas mujeres de ojos brillantes y pieles escasas. Alrededor de las mesas, casi a oscuras, se ultimaban precios, tiempos y servicios, se ofrecían besos como caramelo, se posaban manos tentadoras y se abrían caminos hacia puertas falsas que daban paso a un mundo de habitaciones de doble fondo. Por la escalera, vigilada por un matón de mentón cuadrado, bajaron dos panteras hacía mí. Lo pactado. Por el nombre, más que un burdel, parecía haberme tocado la lotería. ¡Mierda!, los escrúpulos.


Mujer vestida de negro tamaño 400x300
Imagen tomada de la red

6 comentarios:

  1. ese final con moral??? con esas panteras delante tuya bajando las escaleras hacia ti???. Vaya pedazo de policía ya no quedan como esos.
    Abrazos Juancho

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón Manuel, pero hay veces que los micros se te van de las manos y toman su propio camino. Es el caso de este, no es lo que más me gusta, pero acabó con cierta moralina, aunque creo que el protagonista se alegra de haberlos olvidado.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  2. Jajajaja, a mí con Sting ya me has conquistado. Esas dos panteras negras deben ser de infarto. Me ha gustado tu apuesta, Juancho. Por cierto, El guardián entre el centeno es uno de los pocos libros que me he leído un par de veces (una por ti y otra por mí) y a mí me apasiona.

    Te escuché ayer en las ondas y estuve contigo si no de cuerpo, de mente (qué mal suena, ya me entiendes). Bravo por esas Rutinas!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un tipo sumamente atractivo Sting, tuve la oportunidad de estar a un par de metros de él y la verdad es que tiene una planta que impresiona, entonces comprendí la admiración que sentía el protagonista de Quadrophenia por aquel botones al que interpretaba.
      Con el Guardián entre el centeno creo que me he explicado mal, lo he leído varias veces intentando que me guste, pero no lo consigo, aunque me impongo la penitencia de acabarlo. Como es una novela corta y la tengo en casa, cada cierto tiempo le doy una oportunidad, precísamente porque a todo el mundo le gusta, pero no consigo hacerlo mío.
      Muchas gracias Beatriz por ese apoyo mental y porque siempre estás de una y otra forma.
      Besos.

      Eliminar
  3. El gato negro, lo mismo vale para nombre de un club de alterne que para una tienda de lanas en la Pza Mayor de Madrid ¿o esto será por las noches en la tienda de lanas?
    En serio, muy buena apuesta. Aunque sí, creo que tiene moralina, y que en realidad los polis ya no tiene escrúpulos hace mucho.
    Sigue sigue, que el que la sigue...
    Besazos

    ResponderEliminar
  4. Gracias Ana, ¿todavía existe esa tienda de lanas? Paso por allí a menudo y no podría asegurarlo. Yo creo que sí, pero me fijaré la próxima vez. Siento lo de la moralina, no suele pasarme, procuraré que no se vuelva a repetir, jajajaj
    Besossss

    ResponderEliminar