lunes, 17 de septiembre de 2018

XII edición de relatos en Cadena. Septiembre. Espisodio II


Segunda semana. Conseguido el objetivo de escribir los tres micros que me había propuesto, sin embargo no he recibido la deseada llamada de la SER. Esto va a ser una constante, aviso. Pero ha sido una semana feliz, porque mi amiga Eva García se ha llevado el gato al agua, en dura pugna con Asier Susaeta (también amigo) y Luciano Montero, a quien no tengo todavía el gusta de conocer. Podéis leer los tres relatos en este enlace.

Cuentas pendientes
¿Me oyes? La pregunta toca el techo con un ángulo de noventa grados, rebota en una de las paredes de la habitación hasta tocar el suelo, desde el que ya amortiguada, alcanza la cama de matrimonio para acurrucarse muy cerca del oído de la viuda, que intranquila, acostumbrándose todavía a dormir sola, reconoce en ese verbo cálido, la inconfundible voz de su marido. El novato espíritu del difunto, todavía incapaz de aparecerse de improviso o de atravesar a voluntad las paredes de la casa, empieza sin embargo a controlar su voz espectral, para recordarle a su mujer que ni olvida ni perdona.

El oráculo


¿Me oyes? Una voz lastimera me persigue día y noche. Reclama mi atención continuamente. No hace mucho, me reveló la fórmula secreta de la Coca cola mientras me duchaba con agua fría, por lo que puedo descartar que se tratara de una ensoñación inoportuna. Poco después, en el trabajo, me susurraba que España ganará el próximo mundial, con gol de Álvaro Morata en el último minuto. No le di mucho crédito, veremos. Ayer, cuando comía con unos compañeros, insistió en que rellenáramos una primitiva con los números que ella nos dictara. Dos hemos acertado, pero todavía nos dura la borrachera.

Última llamada

«¿Me oyes?» La muerte te habla al oído. Camina pegada a ti como una pareja de baile. Interpreta el tango como nadie. Sigue tus pasos desde que sales de casa camino del ascensor. «Te quiero para mí». Bajáis juntos hasta el garaje, tête à tête; te acompaña hasta el coche y rodea tu cintura mientras lo abres. Se sienta a tu lado cuando sacas el móvil y conectas el manos libres. Su aliento se pega a ti, hasta que la melodía que identifica las llamadas de tu mujer te distrae; consigues sin embargo descolgar antes del volantazo, ella insiste: «¿me oyes?».

Imagen de Anke Merzbach


Para la semana que viene Eva García nos deja la frase:
Acercándose un poquito más al barranco donde se esconde…

6 comentarios:

  1. El que más me gusta es el último, aunque los tres son buenos.
    Un abrazo.

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    1. El problema de Última llamada, tal vez sea que parece un micro con moralina, un anuncio de la DGT. Por otro lado, a mí me parece interesante la dualidad que subyace en la última pregunta, en la que no se sabe si es la esposa o la muerte la que responde, o son ambas. Eso es lo que me parece más atractivo. Muchas gracias por la visita y por el comentario Yolanda. Besossss!!!

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  2. Lagarto hiperproducción, me quedo con el primero, me gustan las cosas de los muertos que hablan jaja.
    El segundo no me engancha y el tercero no me cuadra tanto si pone el manos libre lo está haciendo bien no? o me liao yo? abrazos

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    1. Vamos a ver, que ya me está entrando la galbana. También a mí es el primero el que más me gusta, me parece que el muerto ha quedado bastante verosímil. El segundo me hace gracia la verdad, pero no dejo de reconocer que se ha quedado en un mero chistecillo. Y el tercero, lo sigo viendo como un anuncio de la DGT. El manos libres es legal, creo, pero no deja de significar una distracción, a mí por lo menos me parece peligroso. Muchas gracias Manuel por la visita y por tu sincera opinión. Abrazos!!!

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  3. Tres gemas, pero mi preferido es Cuentas pendientes, una narración muy hábil. Besos

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    1. También a mí es Cuentas pendientes el que más me gusta. Gracias sister por dedicarme un poco del tiempo de tus maravillosas vacaciones. Besossss!!!

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