Con motivo de la presentación del libro de Nicolás Jarque, Las miradas miopes, Ana Vidal nos propone para este viernes, escribir un relato a partir de esta pintura de Philip Barlow, en la que retrata la luz logrando el mismo efecto que unas dioptrías.
Yo, un poco sin darme cuenta, he ido un poco más allá, y quizá me haya excedido de dioptrías. Pero creo que el micro me ha quedado majo, así que a pesar de todo, esta es mi propuesta.
Juegos
Encienden la luz cuando quieren
jugar al escondite. Uno dos tres cuatro cinco seis…renta y nueve cincuenta voy.
Cuenta él de forma atropellada sin necesidad de cerrar los ojos ni de esconder la mirada. Se levanta del sofá con la urgencia de buscarla, de encontrarse
cuanto antes. Agudiza los sentidos para seguir su rastro. Siente su respiración
inmóvil, sigue su aroma disoluto hasta encontrarla en su cobijo. Palpa el aire
negro con los brazos muy abiertos, cierra las salidas por las que pudiera
escapar, aunque ella no quiera, aunque se rinda, aunque los dos se entreguen a
un festín de prendas arrancadas, de despojos de lencería, de verse desnudos con
los dedos, de saborearse en medio de la luz, en una isla oscura.
Hola, Juancho:
ResponderEliminarTe he nominado a los Blogger Recognition 2018. Puedes verlo en:
https://cuentoscontigo.wordpress.com/2018/09/24/me-han-nominado-para-el-blogger-recognition-award-2018/
Saludos,
Sara