Hit Girl
Ego non te absolvo
“Bendígame padre, pues pecaré. Dijo usted que Dios desafió mi fe al llevarse a mi hijo. Ahora Dios debe tener fe en mí”.
Salió del confesionario y encendió un cigarro. Para cuando los feligreses notaron el olor a gasolina, la colilla ya había alcanzado el suelo.
Delirium Tremens
Don Juan Emérito
El guante cruzó su cara con violencia. No era el primer marido despechado que le retaba y, lejos de sorprenderse, se puso en guardia y con un rápido movimiento, clavó su daga en el corazón del ofendido. Los años pasan y ya no estaba para lances desiguales.
Tremendo enfrentamiento amigo lagarto. Me alegra que lo hayas recordado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me hizo sudar la cría. Fue bonito y muy igualado. Gracias por pasarte Miguel.
ResponderEliminarUn abrazo.