Se miran a los ojos después de mucho tiempo.
Hoy él no tiene que ir a la oficina ni ella a la fábrica. Su atención no se ve
interrumpida ni por las exigencias de los niños ni por su habitual algarabía de
los fines de semana. Lunes, solos frente a frente, la incesante bruma de un
café recién hecho perfila sus siluetas. Un café bien cargado, como ya empiezan
a sentirse sus espaldas. Y ahora el paro, la hipoteca a medio pagar, los plazos
del coche. Maldito ERE. A saber que habrá
hecho el dueño de la empresa con todo el dinero ganado en estos años. Se
entienden sin hablarse y piensan al unísono en las pocas ganas que tienen de
qué lleguen las siete de la tarde, de concentrarse junto a las puertas por las
que cada día entraban a trabajar, él hacia la zona de administración, ella
hacia la factoría. En la pereza que siente Víctor para encerrarse en esas
instalaciones que durante años han sido su segunda casa y separarse de Violeta
y de los niños durante Dios sabe cuánto tiempo. Pero como miembro del comité de
empresa está obligado a defender sus derechos y los de sus compañeros hasta
donde sea posible. La bruma se disipa y se descubren radiantes. Violeta apura
apresurada su café, mientras Víctor se levanta y sugiere sin decirlo que le
siga. Entrelazan sus manos. Tenemos tiempo, piensan.
Esta es mi aportación a la propuesta organizada por los blogs: La colina naranja, Explorando Lilliput, Pliegos volantes y Relatos de andar por casa denominada "Primavera de Microrrelatos Indignados".
Y es verdad que se mezcla la indignación con la rabia, y la rabia con el cansancio, y uno no sabe muy bien con qué cara salir a la calle ni qué decir ni hacer. Pero mira, tus dos protagonistas llevan en su nombre la V de la victoria. Qué sería de muchos sin el apoyo de los que los quieren eh?
ResponderEliminarMe encanta tu estilo. Te deja una sensación de calidad muy linda. Me gusta mucho leerte, siempre.
Es siempre un placer encontrarte por aquí. La última frase quiere ser un canto a la esperanza y también la inicial de sus nombres, que si están puestos con esa intención y me alegra que lo hayas visto así.
EliminarSigo sin poder comentar en Supón que es una Calandria, pero no cejaré hasta que consiga que mi trino se haga escuchar por aquellos lares.
Besitos.