sábado, 5 de octubre de 2013

Emerge Albión

Cada viernes, Fernando Vicente lanza una propuesta para que la imaginación de quienes así lo deseen vuelen alrededor de una imagen, esta es la el pasado viernes 04/10/2013.

¿Te atreves a escribir una historia para esta ilustración de la serie Atlas de mi tocayo Fernando Vicente? Usa esta imagen como detonante de tu relato y cuéntanoslo. Sé imaginativo, no caigas en los clichés.



«Emerge Albión, entre espuma y caracolas, de las frías aguas del Mar del  Norte». La cálida caricia del agua sobre mi piel y la bruma provocada por el vaho, relajan mis párpados hasta dejarme llevar. El pasado, siempre al acecho, aprovecha cualquier resquicio y regresa a mi memoria. Hace ya tanto tiempo y sin embargo el recuerdo de aquel viaje permanece  enganchado a mi como aquella densa niebla de la que no pudimos librarnos en ningún momento. Londres se nos metió en los huesos; era lo que buscábamos para ambientar las ilustraciones y para escribir el guión, de lo que sería nuestro siguiente trabajo en común, pero acostumbrados al sol de nuestra tierra, se hacía duro ese masticar de nubes constante. Después de un minucioso proceso de preparación, todo salió mal y aquel farsante se creyó la auténtica reencarnación de Jack el destripador. Lo que empezó como un perfecto trabajo de documentación para nuestro próximo comic, acabó con aquel demente y su carro en el fondo del  Támesis. No hubo elección, era él o yo. Y Jaime conduciendo por la izquierda con aquella niebla. Pusimos pies en polvorosa en cuanto nos deshicimos del cadáver. Maldito gilipollas, contestó a uno de nuestros correos asegurando que era descendiente directo del famoso asesino en serie y no resultó ser más que un burdo imitador suyo. Un vuelo low cost, pillado con el móvil en el mismo Heathrow y vuelta a casa. Jaime no pudo soportar la presión. Sus dibujos cada día se volvían más sórdidos hasta que encerrado en sí mismo un buen día dejó volar su cuerpo desde el puente 25 de abril. Qué flema el tío, dejó el coche allí en medio aparcado y tras escalar la barrera de protección puso fin a sus remordimientos. Lo sentí, aunque lo nuestro había acabado hacía ya tiempo y ahora solo manteníamos una relación profesional, se puede decir que le quería. Solíamos ir a menudo a Lisboa, La Alfama, Chiado, La Baixa,…  son barrios que nos inspiraban de una manera especial. Además es una ciudad de ensueño y en la que casi siempre teníamos una recaída en nuestra relación sexual.  Le gustaba tanto que al final se quedó en ella para siempre. A mí todo este asunto me ha proporcionado un torrente de estupendo material para escribir, tengo más y mejores ideas que nunca y he publicado una novela de gran éxito editorial, pero reconozco que desde entonces tengo miedo, que tiemblo cada vez que suena el teléfono y que cuando llaman a mi puerta pienso  que la policía se presenta en mi casa con una orden de extradición. Pero mi peor momento es cuando Morfeo vence mi vigilia y vuelvo a sentir de nuevo los enormes dedos de aquel tarado apretando mi garganta y su sangre corriendo por mis manos; imágenes que se enganchan  en un perpetuo bucle del que no soy capaz de salir. Pero hoy por fin he decidido escapar también, como hizo Jaime, y mientras mis ojos acaban de cerrarse definitivamente, contemplo dos arroyos de sangre que manan de mis muñecas y desembocan en el turbio mar de mi bañera. «Emerge Albión y se tiñe de rojo el negro futuro de los poetas».

2 comentarios:

  1. Juancho, por favor¡¡¡ que imaginación tienes, que manera de narrar tan agil y locuaz.
    Me atrapaste en el principio y leí de tirón, llegando a un desenlace que no me esperaba,
    Me gusta mucho, enhorabuena

    Besos muchos ♥♥♥

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  2. Muchas gracias Tramos, me alegra mucho de verte por aquí y de que te haya gustado el micro. Este me ha salido algo más largo de lo habitual, pero me ha resultado muy agradable escribir sin el corsé del límite de palabras o de caracteres.
    Un besazo y hasta pronto.

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