XIII Microjustas Literarias. Los Desafíos

Mientras se disputaban las XII Microjustas Literarias la juez Ricis, el fantasma de las Navidades Presentes, y el justero Makoki conectaron. Detrás de la Máscara de Ricis se escondía, nada menos, que la maquiavélica mente de Anita Dinamita y tras el disfraz de Makoki, se encontraba la helada sangre del Lagarto.

La compleja maquinaria del cerebro de Anita nunca descansa y urdió un plan perfecto para conseguir un éxito sin parangón en unas justas. El tándem estaba en marcha, Bonnie and Clyde acababan de nacer. Cuando el Lagarto se enteró de los planes de su partenaire, simplemente esbozó una mueca de asentimiento. Pero la mente de la Ricis tiene infinitos recovecos y aún faltaba la vuelta de tuerca definitiva, Makoki sería Bonnie, Anita, Clyde. Entonces el gesto del Lagarto se torció un poco, pero no supo cómo negarse.

De estas dos mentes nacieron, en la fase de desafíos unos micros que podrán gustar o no, pero que elevaron, sin duda, algunos grados, la temperatura ambiental.

Desafío: Disparos

 Clyde Barrow

Bonnie

Es al caer la noche, escondidos en cualquier granero cercano al estado de Texas, cuando disparo mis mejores balas, cuando te aniquilo y tú gritas que robe un banco más, más, más.

 El bigote de Dalí

Hombre bala

El cañón truena y él sale disparado. Atraviesa el techo de la carpa y sube como un cohete surcando el cielo. Media hora más tarde, mientras sobrevuela la ciudad, comienza a caer.
Cristina fantasea sola en su cuarto. Con bolígrafo se ha dibujado una diana en el pecho.

Desafío: En Fuga

 Bonnie Parker

Clyde

La temperatura se eleva en el interior del V8 de turno. Excitada por la huida, otra vez, en el silencio de una solitaria cuneta, convierto el flamante Ford en nuestro improvisado nido de amor. Sobre sus cristales empañados escribo, al fin, el título de mi mejor poema.

  Laurie Love

Funcionario

Voy a toda hostia, sorteando vehículos como en un videojuego. En el retrovisor, tres coches de policía. La mujer ríe a mi lado y, con las curvas, se le bambolean las tetas. Temo que se le dispare la escopeta con la que me apunta, pero me siento tan vivo…

Desafío: Guantazo sin manos

 Caronte

Muerte de un cornudo enamorado

La duda fue una grieta en el pecho. Cuando, al fin, la verdad abrió la herida, a él solo le quedó esperar que le arrancara el corazón. El golpe de gracia nunca llegó. Ella siguió con su mentira.
Eso fue lo que le mató.

 Clyde Barrow

Johnny el manco

Cuando Johnny hizo caer a aquel policía, todos nos miramos las manos, perplejos, con ganas de arrancárnoslas. Si no lo hicimos fue por las chicas, hasta que vimos salir de su habitación a Cate, con los rizos deshechos y esa sonrisa.

Desafío: Manías

 Seco

Nunca me tragó

Mientras le acariciaba el vientre, su ombligo se abombó, se descorrió como si fuera un párpado y me miró fijo con un ojo terrible. No me costó reconocer la mirada de su padre que, aun con su retrato vuelto contra la pared, hallaba el modo de encontrarme.

 Bonnie Parker

Cleptomanía

Descubierto por las cámaras de unos grandes almacenes, la policía registró la casa de aquel intelectual entradito en años. Encontraron un aspirador de nubes, un pelador de sueños, cuatro herraduras de unicornio y otros trastos inútiles, pero ni rastro del corazón que le había robado a la joven dependienta.

Estos fueron los desafíos, Clyde ganó uno (2-1) y perdió otro(2-1) pasando a la Primera Ronda sin problemas. Bonnie perdió los dos (2-1, 2-1), pero pudo pasar de Ronda en la repesca.