lunes, 30 de septiembre de 2013

La Tormenta


Hace dos semanas volvió el concurso de El Cultural de El Mundo, Cuenta 140. conducido por  el escritor Juan Aparicio Belmonte. El tema propuestos para disparar las mentes de los participantes fue: La tormenta.
He tenido la suerte de colocar uno entre los veinte finalistas, el 182, bajo el seudónimo de Lagartojuancho
En el siguiente enlace podéis leer los veinte microrrelatos finalistas:
Estos son algunos de los que más me gustan de los que presenté, el elegido en negrita:
El relámpago iluminó la escena, el primer trueno apagó el ruido del disparo, la lluvia cimentó la arena sobre su cuerpo.
Rito iniciático
Al alba continuábamos atados a nuestro árbol, vivos. Nuestro tótem había derrotado a la tormenta, pero nadie volvió a buscarnos.
Nos despertó el rugir del trueno y el tamborileo de la lluvia en los cristales. Nos acurrucamos sin intuir que el peligro venía de dentro.
Aunque la nieve nos cubría la vista, pudimos llegar hasta el refugio. Al entrar nos sorprendieron tres cuencos de sopa con nuestros nombres.
Llevaba casi una hora esperando. Sonó el primer trueno y cayeron las primeras gotas. Negros nubarrones se cernían sobre nuestra relación.
En medio de la tormenta el viento descerrajó las ventanas abriéndolas con violencia. El ruido nos despertó y fuimos a ver qué había dentro.
Se desató la tormenta y sus manos quedaron limpias de sangre, pero en su cabeza seguían tronando aquellos gritos de súplica.
Se desató la tormenta y al quedarnos solos en medio de la plaza, nos besamos para reivindicar nuestro amor prohibido.

En aquel burdel se besaba a los clientes, con fruición, que pareciera de verdad, pero el primer beso era prerrogativa de la madame.

martes, 10 de septiembre de 2013

Bon Voyage

Acostumbrado a viajar poseía una estupenda colección de maletas de marca de diferentes tamaños. Rara vez abría la puerta a nadie, pero, aquel día, sintió que el destino esperaba  al otro lado. Se encontró con un hombrecillo rechoncho en el rellano, que con la habilidad de un encantador de serpientes le vendió un lote de bolsas para envasar ropa al vacío con la ayuda de una aspiradora, a un precio que, recuperada la consciencia, le pareció a todas luces desorbitado. El cuchillo eléctrico fue de regalo. Nunca había tenido aspiradora ni esposa y ambas llegaron, no mucho después, casi de la mano. Una de esas pequeñitas pero muy potentes, la aspiradora me refiero, bueno y la señora también. Poco a poco la vorágine conquistó la vida de este madurito, durante tantos años pulido en su pétrea soledad. Cuando ya no aguantó más eligió la más grande, una samsonite rígida y con ruedas y otra más ligera donde guardó lo justo para empezar una nueva vida. Desde el andén esperaba, más nervioso que nunca, la llegada de su tren, mientras vigilaba de reojo aquella gran maleta olvidada en consigna con la aspiradora, el cuchillo y porciones de mujer recién envasadas



Esta ha sido mi apuesta en el concurso de microrrelatos que ha organizado el Club de escritura Fuentetaja, Cuentos desde el Andén y que podréis leer también en esta entrada...
http://www.clubdeescritura.com/convocatoria/ver/anden/1853#comments-anchor

También podréis leer los ganadores en el siguiente enlace....

https://www.clubdeescritura.com/convocatoria/ver/anden



lunes, 9 de septiembre de 2013

Cartas de Ultratumba

Un coro de ausencias le recibe cada noche al volver a casa. La luz de la luna entreteje las sombras de los que se fueron.  Se esconden al encender la lámpara del salón, pero sabe que permanecen ahí, acechando. Bartleby se enreda entre sus piernas ronroneando en busca de las caricias que nunca recibe. Tal vez le conceda algo de cariño cuando espante a los fantasmas que pueblan esas cuatro paredes. Acude a la llamada del sofá, horadado a través de los años por la gubia de su esencia. Aprovecha el vaso de la noche anterior y se sirve un Jack Daniel’s de la botella que, esperando el fin como todos allí, quedó abierta. Sobre la mesa, una vez más, otra carta inexplicable. Demasiados años solo, demasiados mensajes. Sus padres, sus hermanos, su mujer, sus espíritus de cabecera. Sin abrirla la une a las demás. Vacía las dos cajas frente a si y llama al gato, que se acerca desconfiado.

–Si me queréis con vosotros allí estaré. –Piensa.

Enciende un Malboro y con todo el cariño del que es capaz abraza a Bartleby.

–¡Ven aquí cabronazo! –Le dice mientras arroja la cerilla.


–¡Nos vamos para el infierno!


Paul Klee. La Muerte y el Fuego.


Es lo que ocurre cuando se tienen tantos bolsillos, que las cosas aparecen cuando menos te los esperas. volvemos a Esta Noche Te Cuento (http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2013/07/jul110-cartas-de-ultratumba-de-juancho.html), pero esta vez la colaboración es la del mes de julio con Bartleby, el personaje de Herman Melville, sirviendo de inspiración.
La ilustración de Rosa María Iglesias. Este es su blog: http://clavametusojos2.blogspot.com.es/


sábado, 7 de septiembre de 2013

X Edición de las Microjustas Literarias



Parece que se acercan las XI Microjustas Literarias un encuentro entre diferentes amantes de la Microficción que provenientes de los más variopintos estilos, protagonizan una lucha sin cuartel en la que el protagonista es el ingenio.
He tenido el placer de participar en las dos últimas y ha resultado, sobre todo, muy divertido. Bajo la máscara de El Beso me resulto especialmente agradable el primer asalto, en el que cada justero propone y acepta un desafío. Quiso la casualidad que en ambos coincidiera con Raelana Dsagan, este es su blog:  http://escritoenagua.blogspot.com.es/, Escrito en el Agua.


Aquí podéis ver las imágenes que adornaron mi máscara y que más adelante explicaré. Ahora me gustaría que disfrutarais del duelo que tuvimos Raelana y El Beso y que me tomé como un baile:



El desafío propuesto por Raelana fue: Miseria.

Grandes esperanzas

Encontró el bocadillo en un cubo de basura, casi intacto. Lo masticó despacio, disfrutándolo, aunque era como chicle que se le enredaba entre los dientes. Aún con hambre, lanzó la mitad a las ratas que lo rodeaban. Soñaba con que algún día supieran a jamón.

Montañas de humo

Para él acabaron las carreras y peleas por intentar ser el primero. Le habían hablado del Paraíso uno de los pocos días de los que fue a la escuela. Pero, no sabía cómo, se quedó  enredado allí en la Chureca. Sin poder salir ni después de muerto.

Mi desafío fue: El Circo.

La parada de los monstruos

Payasos y trapecistas ocupan sus localidades. Los elefantes, acoplados en sus diminutas sillas, impiden la vista a los enanos que protestan airadamente. Una galería enrejada conduce a la gran jaula del centro de la pista, donde el domador, cauteloso, espera la llegada de los niños.

Fantasmas

Un año y aún no se acostumbra. Sube al trapecio, se enreda en la barra. Salta. Gira. Sus manos se extienden buscando a su compañero invisible. Todas las noches.
Nadie la recoge y cae. En lo alto, el trapecio se balancea. Como aquel día.
Desde entonces, actúa con red.

*El Micro que aparece en primer lugar es de quien propone el desafío.


Y por fin la imagen con la que se nos mostró Raelana.


Acabado el baile, cada uno regresó a su asiento.

Arriba el Telón

 Atraída por una singular fragancia, por lo que de lejos parece ser un pedacito de cielo y por su pulcra imagen, toda vestida de negro, de vendedora de Biblias, se eleva. En pleno vuelo descubre que lo que parecían nubes de algodón de azúcar, irresistibles a su goloso paladar, no son sino una compleja trama de pegajosos hilos que, envolviéndole, se convierten en grilletes, más férreos cuanto más se debate. Maldice mil veces que ni siquiera su mirada de múltiples facetas, le haya advertido del fatal destino hacia él que ha dirigido su vuelo. Agotada y cautiva, siente los ojos de su captora clavados en los suyos y como sus pasos, martilleando sobre la seda, entonan un réquiem tantas veces repetido. Solo entonces, mientras su macabra modista urde la mortaja a su alrededor, alcanza a ver a otras como ella, envueltas y milimétricamente distribuidas, con la precisión que lo haría un agrimensor, en aquel campo de muerte. Se apaga la mosca y la araña asume su esencia.
Por la mañana, al abrir las ventanas, un viento fresco barre los rincones, deja caer al suelo un polvo color ceniza y el escenario preparado para la siguiente representación.


Anke Merzbach http://www.ankemerzbach.de/

El pasado mes de agosto, en Esta Noche Te Cuento, el blog promovido por Sendero del aAgua y El Molino de Bonaco, propusieron el tema Insectos, que nos permitió disfrutar de magníficos micros. Aquí podréis encontrarlos  http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2013_08_01_archive.html
Siempre bajo la atenta mirada de esta preciosa ilustración de Eva Garcia.

viernes, 6 de septiembre de 2013

—Tengo aquí ochenta y tres dólares y algunas monedas —le dije—. Ven a Nueva York conmigo… luego podemos ir a Italia.

A través del cristal no pude evitar apreciar tu belleza y leí tus labios. Aprendí de pequeño, poco después de que mis padres se dieran cuenta de mi imposibilidad de oír. La misma novela de Kerouac y el mismo párrafo que yo, ¿casualidad? La misma dirección pero sentidos contrarios. Y las yemas de tus dedos recorriendo el camino. Nuestros destinos, no obstante, condenados a encontrarse. Tú y yo y mi implante coclear y tu bastón blanco.


Una historia para esta portada de The New Yorker, ilustrada de manera genial por Adrian Tomine.
La imagen como detonante de un relato. Una iniciativa de Fernando Vicente desde su Blog http://elbicnaranja.wordpress.com/